
Queridas Hermanas y Hermanos:
Os comunicamos que nuestra hermana María Milagros Gil ya ha visto a Dios. Se ha encontrado con el Señor a quien dedicó su vida entera.
Maria Milagros Gil Rodríguez – nombre de Bautismo Maria del Pilar- nació en Madrid el 19 de febrero de 1928. Profesó en El Escorial el 2 de febrero en 1951. Dedicó su vida a la enseñanza en los colegios de Santander, El Escorial, Madrid y Torrelavega donde inauguró la Escuela de Magisterio. Manifestó una especial vocación de educadora a la formación humana, cristiana y académica de niños, jóvenes y profesores, de manera valiente y responsable, colaborando con cualificados profesores que aún hoy dan testimonio de su labor eficaz en la educación.
Posteriormente fue superiora de esta comunidad durante algunos años, retornando a la comunidad del Colegio de El Paraíso donde contribuyo, apoyando la educación, con su trabajo.
En Julio de este año vino nuevamente a nuestra comunidad con la salud muy quebrantada. Sin embargo dedicó sus fuerzas a informatizar nuestra biblioteca, labor que no puedo terminar por el agravamiento de su enfermedad. El 4 de Octubre fue necesario ingresarla en el Hospital para buscar los medios que le pudieran aliviar su situación respiratoria. En la madrugada del sábado 20 se agravó notablemente su salud y recibió, todavía consciente, la Unción de Enfermos y el Señor vino a llevársela el día 22 a las 15.00 horas.
Tres días antes de morir recibió la visita de Carlos Osoro, Arzobispo de Oviedo, con el que ella había trabajado varios años en la Escuela de Magisterio y con el que hasta hoy mantenía una profunda relación. En esa corta visita le pidió que comunicara a las hermanas:
Que ofrecía su vida por la Congregación.
Que manifestara su agradecimiento a las hermanas de la comunidad de El Escorial y a todas las que la han acompañado, especialmente en sus últimos días, pues nunca había sentido el cariño de las hermanas como en estos circunstancias sintiéndose el ser familia Sagrados Corazones.
Que al encontrarse con el Señor le presentaría a la Congregación y a su familia especialmente
Que pedía perdón a las hermanas a las que en algún momento podía haber ofendido o disgustado.
Con la certeza de que ya está gozando de la plenitud del Amor, pedimos que se ofrezcan las oraciones prescritas en nuestra Congregación.
El Escorial, 24 Octubre 2007
En ausencia de la Superiora María Paloma Aguirre,
Sor Amelia Urbina ss.cc.
22/10/2007