La Buena Madre “Mis queridas amigas, no tengamos sino un corazón y una sola alma en el servicio de Dios, y todo nos resultará fácil”.
El Buen Padre a la Buena Madre
“Buena Madre, supongo que siempre sufre muchísimo. Estaría dispuesto a tener todos los deseos, penas y felicidad con tal de prolongar su vida; al menos tendría en consuelo de dejarle aquí cuando yo me vaya… Mira cómo soy de egoísta. Trate de vencer nuestro dolor y nuestras penas”.
La Buena Madre"Debemos llevar la cruz con alegría, sin ella, os agobiará".
El Buen Padre “No olvides que la regularidad es el pilar de las instituciones religiosas”.
La Buena Madre
“He hecho voto de estar crucificada en todo, es decir, que de corazón, en la mente, en la voluntad, en la acción, debo no sólo aceptar todas las cruces, todos los sufrimientos, todas las contradicciones que surgen, sino también decir: ¡más, Señor!, de modo que (en el más mínimo detalle de la vida), una cosa indiferente en sí misma, si me molesta, no debo rechazarla”.
La Buena Madre“Deseo su felicidad y todos los consuelos que se encuentran sólo a los pies de la cruz”.
El Buen Padre “Bendita se la cruz que cargas, mi querida hija. Pero yo sufro porque no la llevas con suficiente valor. Espero que hagas el purgatorio aquí en este mundo”.