La Buena Madre“Deseo que sean felices y que pierdan esa clase de inseguridad que les es dolorosa y que en ocasiones causa sufrimiento a las demás”.
El Buen Padre “Continúe amando mucho a Dios, mi querida hija, haciendo un buen trabajo por el Instituto, siendo amable y observando bien todas nuestras obligaciones. Este es un verdadero medio, querida hija, de hacer feliz a su pobre padre”.
La Buena Madre“Pienso que no voy a ser capaz de evitar una desgracia a no ser que la asuma y experimente toda su pena”.
El Buen Padre “¡Trabajen por su felicidad! ¡Paz con todos y den gloria a Dios!”.
La Buena Madre“Me gustaría sentir todos los consuelos que nos pueden dar la resignación y la esperanza. No dejemos de confiar en que se nos han prometido tiempos mejores, incluso aquí en este mundo”.
El Buen Padre “Debemos acostumbrarnos a apreciar el hecho de que no hay verdadera alegría sino en la práctica de nuestros deberes y de la más tierna caridad entre todos ustedes”
La Buena Madre“Me gusta verle un poco desilusionada según Dios, pues eso le va a hacer bien. Anímese, querida hermana, pídale al Divino Corazón que le sostenga”.